Infoxicación:
mejor prevenir que curar
Abres los ojos y, antes de salir de la cama, tu primer impulso
escomprobar el correo desde tu smartphone. Te sientas
delante del ordenador y te encuentras con 300
artículos nuevos en
tus feeds. Mientras trabajas o disfrutas de tu tiempo libre, sientes la necesidad
imperante de leer tu timeline en Twitter para compartir la última noticia o
aquello que, realmente, no estás haciendo ahora
mismo. Por la noche, vuelves a a la cama, no sin antes comprobar el correo por
si acaso (aunque hace
10 minutos que has apagado el ordenador) o mirar las últimas
fotos subidas a Instagram.
¿Os suena de algo? Si la respuesta es que no, enhorabuena:
(todavía) no habéis sidoinfoxicados.
Si os sentís mínimamente identificados, os propongo algunas soluciones para
mejorar los síntomas.
Menos es
más
§
Limpia tus suscripciones RSS. Sí, lo dice alguien con 161 suscripciones. No obstante, de
todas ellas, ¿cuántas leéis, realmente? Apuesto lo que sea a que una gran
parte está inactiva o, simplemente, ni nos molestamos en leer más allá del
titular. Si usáis Google Reader para gestionar vuestros RSS, os
recomiendo que deis un paseo por la pestaña de «Suscripciones», escondida bajo
«Ajustes».
§
Limpia tus suscripciones por
e-mail. Si sois más asiduos a las
suscripciones por e-mail, os propongo la misma solución: date
de baja de todo aquello que no leas. Menuda obviedad, ¿no?
Pero, si nos paramos a pensar: ¿a cuántas cosas estáis suscritos solo para eliminarlas cuando
aparecen en vuestra bandeja de entrada? A eso me refiero.
La buena noticia es que no cuesta tanto: la mayoría de estas suscripciones
cuentan con un link para darse de baja (normalmente en letra pequeña, escondido
al final del e-mail). ¡Clic y listo!
Gestionar
contenido
El problema no está solo en el correo. De hecho, gran parte del
problema se encuentra fuera de él. Sin embargo, una
gestión correcta ayudará a preservar (o mejorar) nuestra salud mental.
Las listas de usuarios en Twitter y los filtros
de Gmail son una
buena forma de empezar.
Si no queréis ser tan drásticos con vuestras suscripciones (es
comprensible, a mí también me cuesta desprenderme de mi dosis diaria de
información) y usáis Gmail, os propongo algo alternativo: ¡filtros! Reconozco ser la primera en mirar el
correo varias veces por hora, pero, la verdad, no
suele ser tan urgente y tan importante como para estar pendiente con tanta
asiduidad. Con los filtros de Gmail, podemos configurar nuestro
correo para que ciertos elementos no vayan directamente a la bandeja de
entrada, evitando así posibles distracciones.
¿Cómo? Muy sencillo: no os llevará más de cinco
minutos. Aquí tenéis
un par de tutoriales de Google. Algunas
sugerencias:
§
Listas de correo: si estáis suscritos a listas de correo, sabréis que el ritmo
de mensajes puede ser algo abrumador. Por ello, os recomiendo crear una Etiqueta
asociada a cada una de estas listas, así como un Filtro que se encargue
automáticamente de etiquetar estos e-mails y trasladarlos fuera de la vista
principal de la Bandeja
de entrada.
Déjalo
para más tarde
Existen muchos servicios dedicados a la gestión
y «dosificación» de contenido. No te sientas mal por salir de
casa, están ahí para ponerte al día cuando vuelvas.
- News.me
- Strawberry Jam (si os interesa probarlo,
tengo invitaciones disponibles)
- Curate.me
A
grandes males…
Si no hay manera de que te concentres, existen aplicaciones o
complementos para navegadores dedicados a bloquear ciertas páginas web de forma temporal.
- SelfControl (Mac)
- Website Blocker (Google
Chrome)
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